Las dos nadadoras master cruzaron el pasado sábado el Estrecho de Gibraltar a nado con fines solidarios
Junto a Eduardo Zorrilla, Concejal del Ayuntamiento de Málaga, y al arquitecto cordobés Gerardo Barios, logran la proeza de recorrer los 17,3 km en 4 horas y 43 minutos, un tiempo al alcance de muy pocos, y cuando ya se temían que la llegada del invierno les obligaría a posponer el reto hasta la primavera.
Una hazaña que enorgullece a todos los integrantes del club, no solo por la superación y ejemplo deportivo que suponen, sino también por suponer un acto solidario a favor de la Fundación Miaoquehago dedicada a luchar contra distintas enfermedades que aquejan a los más pequeños.
La noticia ha tenido una merecida repercusión en prensa local. Transcribimos a continuación el enlace y la transcripción de la noticia en el Diario Sur:
https://www.diariosur.es/malaga-capital/singladura-mares-zorrilla-20181106234125-nt.html
Una singladura entre dos mares: Zorrilla cruza el Estrecho a nado
Con tres compañeros, se adentra en una ruta solidaria entre Tarifa y Marruecos, un total de 17,3 kilómetros que realizan en 4 horas y 42 minutos
Le recibían entre vítores en su grupo municipal. Y no era para menos. Para todos, una hazaña o siquiera una batalla contra el medio. Para el protagonista, una experiencia única, pero no digna de alabanza. Así estaba el plan en IU-Málaga para la Gente, donde los técnicos regañan a su portavoz Eduardo Zorrilla porque éste no les dejaba que le montaran una pequeña fiesta por haber cruzado el Estrecho. Se ruborizaba.
Pero sí, Zorrilla ha dado un salto titánico a nado entre dos continentes y ha salvado dos mares con un objetivo muy loable. La campaña, 20.000 metros solidarios, que la Fundación Miaoquehago dedica a luchar contra distintas enfermedades que aquejan a los más pequeños. Detrás, el abogado Pedro Mora, el alma mater de esta experiencia.
El portavoz de IU-Málaga para la Gente llevaba un par de meses con cierta ansiedad pensando que llegaría el invierno y no le llamarían. Este cruce es uno de los siete estrechos del mundo que hacen los forofos de la natación a mar abierto al igual que los 14 ochomiles que hacen los montañeros. Tiene una larga lista de espera, pero cuando llega el frío y el mal tiempo, la Asociación del Cruce a Nado del Estrecho de Gibraltar (Acneg) pone fin esta actividad hasta la primavera. Para adentrarse en el Estrecho hay que tener tres variables en cuenta, explica Zorrilla:las mareas, el viento y las corrientes. Las mareas influyen en el vaciado o llenado del Mediterráneo, y cuando esto se produce es imposible cruzar a nado porque los que lo intentaran no podrían tocar costa;con Levante es casi imposible a no ser que sea muy leve. Generalmente la singladura es factible con un Poniente suave. Las condiciones este fin de semana eran las adecuadas y por fin, tras ir por segunda vez a Tarifa, el grupo de Zorrilla conseguía poner rumbo hacia África el pasado sábado. A las 7.30 tocaban con la mano la isla de Tarifa y ahí empezaba la ruta. La llegada se producía 4 horas y 42 minutos después tras haber recorrido 17,3 kilómetros junto a sus tres compañeros: el arquitecto cordobés Gerardo Barrios, la médica de urgencias Navidad Moreno y la enfermera Lina Lara, ambas del Hospital Quirón de Málaga, que precisamente era uno de los patrocinadores del trayecto junto a otras empresas, entre ellas la de moda masculina Silbon.
En el camino les acompañaron calderones, delfines mulares y peces luna, que pusieron el punto bucólico. La cosa se complicaba cuando un barco de contenedores estuvo a punto de obligarles a salir del agua por seguridad. De haber ocurrido, todo hubiera acabado. Con sólo tocar la embarcación que les guía, el juez que certifica la prueba les hubiera descalificado.
Todo parecía ir bien hasta que Navidad empezó a no ver bien con sus gafas y se le enrojecieron los ojos. Pero tal era el afán de todos por seguir en grupo y juntos que le pusieron delante un cicerone (por turnos) que la guiaba y así ella podía ir tocando sus pies para ver por dónde iba el camino.
Cinco paradas de avituallamiento para intentar contrarrestar las 2.000 o 3.000 calorías que pueden perder durante la travesía. Para comer, unas barritas energéticas caseras hechas con dátiles, tropezones de frutos secos, chocolate y semillas de lino. Para beber, el suero de farmacia, ese horrible que tomamos con episodios de gastroenteritis, al parecer el que mejor hidrata.
Tras superar los obstáculos, pasaban la punta Cires y tocaban tierra en el siguiente cabo. En la costa, dos pescadores marroquíes les aplaudían.Zorrilla pensaba entonces cuántos de ellos perecen en este cruce y cuántos más lo harán. La desesperación de los que dejan atrás su casa y sus familias. Entre la euforia, esa felicidad agridulce, la esencia misma de la vida.
Enlace al video de la llegada: https://www.diariosur.es/malaga/concejal-eduardo-zorrilla-cruza-5857941969001-20181105211120-vi.html